domingo, 11 de mayo de 2014

LA MEDITACIÓN

Hola yoguis!!

Hoy voy a compartir con vosotros lo que es para mí la meditación.

Si os soy sincera, la palabra meditación me impone un poco de respeto. Ya que pienso que es una práctica muy personal, que cada uno realiza para un fin propio y que cada uno interpreta un poco a su manera.
En la clase de yoga, a la que voy una vez por semana, lo que hacemos al finalizar la práctica es una relajación. La diferencia, desde mi opinión, es que la relajación para mí es la antesala a la meditación.

Que es la meditación para mí, pienso que es una práctica en la que se intenta estar en comunión con uno mismo y a su vez con lo que nos rodea. Es un momento de calma, de paz interior, que nos hace tomar conciencia de nosotros mismos para, así, "controlar" nuestros pensamientos y sensaciones.

Cuando hacer la meditación, da igual si se hace de manera aislada o en conjunto con una práctica de asanas.

El lugar y la hora tampoco creo que tengan mucha importancia. Lo único a tener en cuenta es que hay que estar seguros de que vamos a tener unos minutos de calma y de tranquilidad, a ser posible en solitario. Con esto quiero decir, saber que no nos van a llamar al timbre, que no va a sonar el teléfono ( si es necesario se desconecta ), que estamos en un ambiente agradable, con ropa cómoda, temperatura agradable, etc.
Otra opción es practicar al aire libre. Personalmente, cuando yo lo he hecho ha sido al amanecer o al atardecer, para mi practicar al aire libre tiene una sensación especial, sobre todo si es a esas horas.

Personalmente, no he practicado la meditación en grupo, con lo cual no puedo dar mi opinión sobre el tema.


Cómo lo hago, empiezo sentándome en una postura cómoda, de momento no hago sentada en loto porque no aguanto mucho rato, lo que hago es sentarme con las piernas cruzadas pero pongo un pie delante el otro. Cuando estoy bien asentada con la espalda bien recta coloco las manos en una de las posiciones de los mudras, de eso ya os hablaré en otro post. Si no las conocéis, sencillamente colocáis las manos sobre las rodillas. Comienzo tomando consciencia de mi respiración, hago unas inspiraciones profundas para poco a poco ir calmando la respiración. 
Después, mi manera de practicar es escuchar el sonido ambiente, con los ojos cerrados. Sencillamente me limito a escuchar lo que se oye e intentar reconocer lo que es. A percibir sensaciones, si se practica al aire libre sentiréis el calor, o el frío, o una brisa, etc.
De esta manera permanezco unos minutos. Y es verdad que últimamente la noción del tiempo ha cambiado cuando hago la práctica. Me parece que llevo un par de minutos y luego compruebo que a lo mejor he estado más de seis.

Qué siento al terminar, una sensación de calma, tanto física como mental difícil de explicar.



Cómo saber si se realiza correctamente. Había de hoy, aún no lo sé yo.
Sólo os puedo decir que al principio me costaba permanecer tan siquiera un minuto, mi cabeza era un hervidero de pensamientos que no me dejaba estar en paz. Al terminar no tenía ninguna sensación diferente. La sensación era un poco como de perder el tiempo. Y todo eso al día de hoy, a cambiado.


Otra manera de empezar a practicar sería haciendo relajaciones. En mi experiencia personal os puedo decir que la estoy llevando a cabo con mi pequeño de ocho años. Cada noche justo antes de ir a la cama realizamos una pequeña relajación. Comenzamos a hacerla por petición mía, pero ahora es él el que cada noche me recuerda lo que tenemos que hacer.

Con él lo hago de manera diferente, le hago colocarse boca arriba en una posición en la que pueda permanecer lo más quieto posible ( lo cual el complicado, pero se esfuerza ) y de manera cómoda. Realiza unas respiraciones profundas, incluso algún bostezo, y empezamos a visualizar y relajar poco a poco los músculos del cuerpo. Empezamos desde los pies y poco a poco vamos subiendo hasta llegar a la cabeza. Al principio para ayudarle con la visualización, lo que hacía era ir tocando cada parte de su cuerpo para que el sintiera el músculo y aprendiera a relajarlo, lo que se llama tomar consciencia. Después, lo que solemos hacer, es visualizarse en un lugar bonito, agradable y que le guste. Una playa, una selva, una pradera, etc. Siempre realizando alguna actividad agradable y tranquila, o simplemente contemplando ese paisaje.
Esta pequeña actividad, le calma ( mi hijo es bastante inquieto ) y le prepara para un sueño tranquilo y reparador. Y a el le gusta, porque me lo pide si se me olvida.


Y hasta aquí mi pequeña experiencia con la meditación y la relajación. Todavía me queda mucho que aprender y que practicar.

Espero que os haya gustado. Y espero que practiquéis, es algo que todo el mundo debería de hacer.
El dedicarnos unos minutos al día a nosotros mismos es algo que nos beneficia enormemente. Así que os recomiendo que si no lo habéis probado ya, lo pongáis en práctica. 


Muchas gracias por estar ahí, se siente vuestro cariño.


Saludos


Blanca



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